Cuando en 1976 un grupo de jóvenes tuvo la feliz idea de representar en vivo la pasión de Jesucristo, pocos podían imaginar que iba a perdurar y a consolidarse en el tiempo como una de las atracciones que más público congregan, amén de convertirse con los años en pionero de todos cuantos se representan en la provincia de León.
El Víacrucis viviente enlaza con el carácter comediante de las gentes de Jiménez de Jamuz.
Muchas personas de los pueblos comarcanos y de toda la provincia acuden cada año a la plaza del pueblo al atardecer de cada Viernes Santo para contemplar sobre sus escenarios el prendimiento, juicio y condena de Jesús. Acto seguido se inicia el particular Viacrucis por las calles del pueblo y durante el trayecto van desarrollándose las distintas escenas (Caídas, encuentro con la Verónica, Simón de Cirene, etc). La participación de los vecinos de Jiménez es mayoritaria ya sea como actores o actrices o bien a nivel organizativo.
La Pasión Viviente el viernes santo se inicia en un escenario montado a la puerta del salón parroquial. Previo a un diálogo de acuerdo con los textos evangélicos, se interpreta el lavado de manos de Pilatos. Después, el “Ecce Homo”, soldados y el pueblo inician el itinerario por varias calles del pueblo representando las escenas de las caidas de Jesús y los encuentros de éste con varias mujeres, siempre acompañado por los ladrones.
En distintos puntos de las calles van apareciendo los personajes que se citan en los evangelios: La Verónica, María Magdalena, La madre de Jesús, El Cirineo, San Juan, etc. El rito de la Pasión va acompañado de judíos, mujeres que lloran y grupos de personas que cantan o comentan los momentos más trascendentales de la misma
Después de una hora larga de penosa agonía, llegan al lugar escogido para la crucifixión: un montículo rodeado de bodegas. Allí son izados los dos ladrones en sus cruces junto a Jesús. La escena es realmente impresionante. Es el punto culminante de todo el Vía Crucis. Más tarde, desclavarán el cuerpo de Jesús y, a continuación, le llevarán a enterrar en la boca de una bodega, que será su sepulcro hasta la resurrección.