Este sábado 23 de abril, la localidad de Pobladura de Pelayo García celebró la Fiesta del Voto a la Virgen de las Angustias, que contó con la participación del Grupo Local de Danzantes.
Corría el año 1810, según cuenta no se sabe muy bien si la leyenda o la tradición, cuando una joven de Pobladura de Pelayo García enfermó de gravedad y rogó a la patrona, la Virgen de las Angustias, que la sanara. Y así ocurrió. En ese momento, el pueblo entero, como muestra de agradecimiento, decidió que todos los años sacaría en procesión la imagen de la Señora. Y la acompañaría bailando. Así nacieron, al unísono, la fiesta del Voto y el grupo de danzas, que desde entonces han caminado unidos.
En la Fiesta del Voto en honor de la Virgen de las Angustias danzan los jóvenes del pueblo durante la procesión; posteriormente ejecutan danzas de paloteo como espectáculo o rindiendo honores a alguna persona enferma o destacada .
Cada grupo de danzantes estaba formado tradicionalmente por ocho hombres; hoy en día también forman parte las mujeres. Tanto sus bailes como sus atuendos tienen un gran interés cultural. El atuendo está formado por doble faldón blanco con puntillas almidonado; va ceñido por encima de la cintura. Cinturón bordado de unos 8 cm de ancho. De él cuelgan dos pañuelos bordados, uno a cada lado. Camisa blanca con corbata bordada. En la espalda y a la altura de los hombros van alineadas horizontalmente cinco rosas: tres rojas y dos blancas intercaladas y rodeadas de plumas verdes. De ellas cuelgan cintas que llegan hasta la cintura, también bordadas con hilos plateados y dorados junto con otros de colores.
En la cabeza un pañuelo blanco doblado formando una banda rodea la cabeza. La borla del nudo irá a la izquierda o a la derecha, indicativo de la fila que ocupa cada danzante. Porta en las manos «pitos» -castañuelas en forma de triángulo en algunos casos con la punta cortada, también exagonales…- hechos de madera de encina, nogal…; van adornados con cintas colgantes de colores. Las piernas las llevan cubiertas con pantalones bombachos hasta la rodilla, uniéndose con las medias blancas caladas y sujetándose ambos con una cinta roja con nudo de dos borlas; calzan alpargatas blancas. Danzan al ritmo de la dulzaina y el redoble de la caja o tamboril.