La Constitución reconoció, hace 40 años, el derecho de las entonces regiones oficiales a ser comunidad autónoma, siendo una de ellas la Región Leonesa, conformada por las provincias de Salamanca, Zamora y León, que aún no ha podido constituirse en autonomía
Con motivo del 40 aniversario de la aprobación de la Constitución, desde el Colectivo Ciudadanos del Reino de León (CCRL) se ha querido remarcar que “algunos preceptos de la Constitución, como los referentes a las cuestiones territoriales, llevan cuatro décadas incumpliéndose en el caso de la Región Leonesa, ya que, al aprobarse la Constitución Española en 1978, ésta establecía en su artículo 2 que son las regiones las que poseen el derecho a la autonomía, por lo que la Región Leonesa debería haber accedido a ser comunidad autónoma por sí misma, al ser una de las regiones oficiales entonces, y no de forma conjunta junto a otra región”.
En este sentido, desde el CCRL recuerdan que “al aprobarse la Constitución, Castilla y León no existía como hoy lo conocemos, ya que eran oficialmente dos regiones”, señalando que “nunca antes de 1983 habían constituido un único ente de corte regional y, de hecho, el propio nombre de la comunidad autónoma indica claramente la formación de la misma por dos regiones, León y Castilla, hecho que reconocen tanto el Preámbulo como el artículo 1.1 del Estatuto”.
Por este motivo, los leonesistas consideran que “el propio estatuto castellano y leonés, al reconocer la birregionalidad de la comunidad autónoma, acaba poniendo en evidencia que choca frontalmente con lo establecido en el artículo 2 de la Constitución, que señala que son las regiones las que poseen derecho a su autonomía, no a juntarse entre ellas para formar autonomías suprarregionales como es el caso (de hecho el artículo 145 de la Constitución prohíbe explícitamente la federación de comunidades dando a entender que las regiones históricas no deben unirse entre sí)”.
Asimismo, señalan que “desde órganos estatales oficiales se ha seguido considerando hasta 1983 a León como una región propia formada por las provincias de Salamanca, Zamora y León, como así lo hizo el Instituto Nacional de Estadística en sus anuarios o el propio Ministerio de Obras Públicas que, por ejemplo, en 1980 editaba ‘Divisiones territoriales en España’ y establecía que España poseía 15 regiones históricas, entre las que se incluía la leonesa”.
Por ello, desde el Colectivo Ciudadanos del Reino de León se califica como “incoherente que León haya existido y estado reconocido como reino o región de España desde el año 910 hasta 1983, así como que su blasón heráldico sea uno de los que aparecen en el escudo nacional (por tanto, siendo considerado uno de los pilares de la formación de la nación) y, sin embargo, a la Región Leonesa se le haya negado su derecho constitucional a conformarse como comunidad autónoma”.
Por otro lado, desde este colectivo señalan que “el artículo 143.1 de la Constitución establece que para acceder a la autonomía las provincias que integrasen la misma han de poseer características históricas, culturales y económicas comunes, pero este no es el caso de León y Castilla, que han sido reinos o regiones diferenciadas desde el siglo X hasta 1983 y, de hecho, históricamente León estaría más enlazado a Extremadura o Asturias que a Castilla la Vieja, del mismo modo que ésta se encontraría más enlazada en dicho aspecto a Castilla-La Mancha o Murcia que a León. Es cierto que León y Castilla la Vieja formaron parte de una Corona de Castilla y León (cuyos símbolos históricos emplea la actual autonomía) pero dentro de la misma siguieron siendo reinos separados y reconocidos como tal, al igual que el resto de reinos o territorios que formaban dicha Corona como Galicia, Murcia, Extremadura, Asturias, etc.”
Por otro lado, desde el CCRL indican que “económicamente la ausencia de características económicas comunes entre León y Castilla (o al menos no más comunes que las que unen a otras regiones como Extremadura o Asturias en el caso leonés) se ha vuelto evidente con la puesta en marcha de la comunidad de Castilla y León, hecho evidenciado porque casi el 90% de la población perdida por la autonomía desde su creación se concentre en la Región Leonesa, que acumula 150.000 habitantes perdidos desde 1983”.
Asimismo, los leonesistas señalan que este hecho “se evidencia también en los datos de envejecimiento, habiendo sido las tres provincias leonesas las que más se han envejecido de la comunidad desde su puesta en marcha”, indicando que “en otros aspectos económicos (como creación de empresas, población activa, etc.) también se ha evidenciado un desajuste entre León y Castilla en perjuicio de la Región Leonesa, que muestra la ausencia de características económicas comunes que hacen que León se haya anclado en su ancestral posición en torno a la Vía de La Plata mientras que Castilla la Vieja lo haría en su tradicional eje Santander/País Vasco-Madrid”.
Esto, según el CCRL, chocaría con el artículo 40.1 de la Constitución, en que se recoge que “los poderes públicos promoverán las condiciones favorables para el progreso social y económico y para una distribución de la renta regional y personal más equitativa”, por lo que para los leonesistas “la unión de León y Castilla en una misma autonomía estaría lesionando el artículo 40.1 de la Constitución, en lo que concierne a la Región Leonesa, al haber llevado Castilla y León a unas condiciones desfavorables para el progreso social y económico de Salamanca, Zamora y León”.
Por todo ello, desde el Colectivo Ciudadanos del Reino de León (CCRL) se considera que “sería más democrático y acorde con la Constitución una autonomía de la Región Leonesa, ya que los ciudadanos leoneses aprobaron en referéndum en 1978 que su región poseyese el derecho a ser comunidad autónoma como región que era oficialmente, y en ningún caso aprobaron por referéndum alguno que se uniese a la Región Leonesa con otro territorio”. En este sentido, indican que “si bien los representantes de los leoneses promovieron la inclusión de la Región Leonesa en Castilla y León, los ciudadanos leoneses habían votado directamente en 1978 el derecho a la autonomía de la Región Leonesa”.
Todos estos hechos llevan al CCRL a estimar que “la no creación de una autonomía de la Región Leonesa, y su forzosa inclusión en una autonomía conjunta con otra región, sin haberse refrendado este hecho por la ciudadanía directamente, sería una vulneración de la ley superior de todos los españoles, la Constitución, que cumple 40 años de vigencia y, por este motivo, 35 años de incumplimiento en la Región Leonesa”.