Recorreremos así un Camino inagotable que, además, siempre está presto a ofrecernos provechosas relecturas.
En muchos casos los peregrinos se quejan de no disponer de tiempo, o ánimo, para visitar ciertos lugares, inmediatos a su ruta o próximos, de interés natural o cultural.
De tal circunstancia, provocada por el agotamiento físico, suele nacer un propósito para apaciguar la frustración: «tengo que regresar, con más calma, para conocer a fondo estas poblaciones por las que ahora transito fugazmente».
En cierto modo, de acuerdo con la idea de Balzac de que el cuerpo y el espíritu poseen diferentes memorias, al primero habrá que darle reposo, y tiempo, para que el segundo pueda nutrirse de eso que ha venido en llamarse turismo cultural, y que los aristócratas y burgueses del pasado incorporaban en un programado tour con vocación pedagógica.
Sirvan estos 101 lugares, más o menos conocidos (la selección podría haber sido otra completamente diversa), para atraer de nuevo al «pelegrino curioso». como se autocalificaba en el siglo XVI Bartolomé de Villalba y Estaña, que todos llevamos dentro.
Recorreremos así un Camino inagotable que, además, siempre está presto a ofrecernos provechosas relecturas. Antón Pombo (periodista e historiador), Premio Internacional Aymeric Picaud por su trabajo de investigación y difusión de los valores jacobeos, protagonista del renacer de la peregrinación desde los años ochenta del pasado siglo,…