Una inmersión en el Mar Rojo, un beach club en primera línea de playa o una maravillosa puesta de sol frente a la inmensidad del Mar Muerto. Jordania es única y maravillosa, ¡también en verano!.
Lunes, 24 de abril de 2017 – Las posibilidades que ofrece Jordania son de lo más variado. De hecho, el verano es una de las mejores épocas del año para disfrutar de algunos de los mejores planes que nos brinda el país. He aquí una selección de los mejores:
1-. Explorar los arrecifes coralinos del Mar Rojo
El mar Rojo es, además del único mar tropical casi enteramente rodeado de tierra, uno de los destinos más famosos para la práctica de buceo. El tramo de costa jordana se encuentra dentro del parque marino para la Paz del Mar Rojo y reúne, en sus 27 kilómetros de extensión fantásticos conglomerados coralinos. De hecho, según la Royal Marine Conservation Society of Jordan, el golfo cuenta con más de 110 especies de coral duro y 120 de coral blando, así como con un sinfín de peces de colores, moluscos y esponjas.
2-. Apuntarse a una excursión en la reserva de Wadi Mujib
El denominado Siq Trail es un paseo estupendo para disfrutar de la refrescante agua del río y esconderte del abrasante sol jordano en la sombra de sus cañones. El sendero comienza en el centro de visitantes, en el maravilloso entorno natural de Wadi Mujib, y sigue el curso del río, sorteando acantilados, hasta llegar a una gran cascada (la profundidad de las piscinas de esta ruta, con duración de dos a tres horas, dependerá de los niveles de precipitación durante el año). Es una excursión fácil: solamente hace falta tener más de 18 años, estar en buena forma física y saber nadar, así que, ¡que el miedo a no poder realizarla no te eche para atrás!
3-. Disfrutar de una maravillosa puesta del sol frente al Mar Muerto
Después de un largo día visitando el reino Hachemita, lo mejor es retirarse al Mar Muerto para relajarse y disfrutar de sus beneficios… y de una impresionante puesta de sol. Las diferentes tonalidades rosas y naranjas que bañan este enorme lago de agua salada conforman un espectáculo difícil de olvidar. Y es que la atmósfera en estos lares del mundo, 416 metros por debajo del nivel del mar, irradia magia y autenticidad e invita al viajero a disfrutar de una experiencia realmente única.
4-. Visitar el parque acuático Waves de Amán
Para aplacar el calor de la capital lo mejor es acercarse al parque acuático Amman Waves, un lugar estupendo para relajarse y disfrutar de una jornada muy divertida. Situado a las afueras de la ciudad de Amán, el parque cuenta con numerosas zonas de sombra y ofrece a sus visitantes todo tipo de instalaciones: piscina de olas, ríos, toboganes, zonas de recreo, un restaurante y puestos de comida rápida… Sin lugar a dudas, un lugar ideal para refrescarse y pasar un día estupendo en familia.
5-. Practicar golf en Ayla, el campo más grande de la región
Ayla Golf Club se encuentra a unos 330 kilómetros al sur de Amán y ofrece a los amantes de este deporte la posibilidad de pasar una tarde de auténtica desconexión, lejos del ajetreado ambiente de la capital. Diseñado por el golfista profesional Greg Norman, el primer campo jordano frente al Mar Rojo ofrece a los golfistas un total de 18 hoyos y más de 350.000 metros cuadrados, además de unas espectaculares vistas al mar y una escuela de golf. Actualmente se posiciona como el más grande la región, y uno de los mejores de Oriente Medio.
6-. Asistir al festival de Jerash
Jerash se encuentra a muy pocos kilómetros al norte de Amán y está considerada una de las ciudades grecorromanas mejor conservadas del mundo. El denominado ‘Festival de Jerash’, uno de los acontecimientos más importantes del año, comienza en el mes de julio y acoge una gran variedad de grupos musicales, teatro, ballets y exposiciones de arte y artesanía, todas ellas de diferentes partes del mundo, haciendo de nexo de unión entre Oriente y Occidente. Durante los días que dura este gran evento la ciudad entera se transforma y los espectáculos acaparan la noche jordana, cuando la temperatura se hace más agradable.
7-. Pasar una noche en Feynan Ecolodge, al abrigo de la reserva de Dana
El hotel Feynan Ecolodge impresiona todavía más por la noche, cuando la luz de las velas ilumina el establecimiento mientras su personal sirve una exquisita cena vegetariana. Situado en un lugar en el que solo se accede andando o en 4X4 y construido a base de adobe, este alojamiento cuenta con 26 habitaciones y emplea energía proveniente de placas solares. Es más, sus empleados proceden de las comunidades locales de la reserva de Dana y los ingresos que genera el lodge se emplean en ayudas a sus habitantes y en la conservación y protección de especies en peligro de extinción.
8-. Relajarse en el Berenice Beach Club de Aqaba
Berenice Beach Club es el lugar ideal para relajarse y desconectar en el Mar Rojo. Entre sus instalaciones cabe destacar tres piscinas de agua dulce, una piscina infinita ajardinada con vistas panorámicas al mar y una paradisiaca zona de playa con más de 500 metros de extensión. Situado en primera línea de playa, el club abre todos los días, desde las nueve de la mañana hasta el atardecer, y ofrece a sus clientes la posibilidad de disfrutar de todo tipo de instalaciones (restaurantes, tiendas, solárium, club infantil…) y diferentes actividades (buceo, snorkel, esquí acuático…) ¡El mejor lugar para disfrutar de un día de playa de diez!
9-. Pedirse un batido de frutas en el Wild Jordan Café de Amán
Si te interesa el turismo de naturaleza, pásate por la oficina de reservas de la Royal Society for The Conservation of Nature (RSCN) y asómate a la terraza de su cafetería. El Wild Jordan Café ofrece numerosos platos elaborados con productos ecológicos y hierbas locales (¡no te pierdas sus batidos naturales!) y goza de unas vistas al centro de la capital de Jordania y la Ciudadela espectaculares. Para disfrutar de una temperatura más agradable lo mejor es ir al atardecer, cuando cae el sol (Wild Jordan Café abre hasta las 23.00 horas).
10-. Descubrir el Jordan Trail, el camino de Santiago de Jordania
El denominado Jordan Trail es un camino de 650 kilómetros de longitud que atraviesa Jordania de norte a sur; desde Um Qais, una de las ciudades pertenecientes a la Decápolis, hasta Aqaba, a orillas del Mar Rojo. El trayecto supone una explosión de experiencias para los cinco sentidos, ya que brinda la oportunidad de descubrir Jordania en su totalidad. Para este verano te proponemos realizar alguna de sus ocho etapas (por ejemplo, la que va desde Dana hasta Petra), ¡una oportunidad estupenda para disfrutar de la naturaleza y de la cultura local!
Más información en: www.visitjordan.com